miércoles, 10 de agosto de 2011

La revolución de los jovenes. Autor arabe se dirige a los indignados israelies.

Cientos de miles de israelies se manifestaron por diferentes ciudades el pasado 6 de agosto reclamando justicia social. En Tel-Aviv, el escritor palestino Odeh Bisharat se dirigio a las 300.000 personas reunidas en la marcha.

Manifestación en Tel Aviv el pasado 6 de agosto.

A continuación el texto integro del discurso:

Fuente: 972mag

En Julio la dulce y contagiosa inocencia derrota toda la sofisticación.

Una mañana, un joven o una joven se levantó.
Un joven o una joven que no tuvo en cuenta las complejidades de la política.
Que no le importaba lo que el gobierno iba a decir, o lo que la oposición diría
que no se muovia por las encuestas de opinión,
que no se dejaba cautivar por los índices de popularidad
que no pidió la opinión de ningún magnate.
Esa mañana, un joven o una joven se levantó y dijo: Basta. No más.

Y ese "no mas" se hizo eco en todo el país, desde el oeste hacia el este, desde el norte hacia el sur.

Señoras y señores: Así es como ocurren las revoluciones. Se deslizan en silencio y luego se echan hacia adelante como una inundación.
Y así es como la gloriosa revolución de los jóvenes está sucediendo.

Larga vida a la revolución de los jóvenes.

Sólo hace poco tiempo, las estaciones de servicio estaban atestadas de vehículos. Los conductores competian en conseguir un litro más de gasolina antes de alza de precios del dia siguiente.
La revolución de los jóvenes habían venido a decir: Nunca mas.
Sólo unos minutos antes de la revolución estabamos convencidos de que viviamos en un paraíso económico y que nuestra economia sobrevivia a la crisis global.
¿En serio? Si la economía estaba tan arriba, ¿por qué estabamos nosotros tan abajo?
Ahora resulta que la información financiera era como un director de escuela que permite que sólo cinco de los cuarenta estudiantes participe en los exámenes de selección y se enorgullece de tener un cien por ciento de porcentaje de éxito.
Todo es glorioso para el magnate, y ni siquiera se visita el patio trasero del Estado.

Hace unos años, Netanyahu - entonces ministro de Finanzas - destruyó el Estado de bienestar y nos dijo con orgullo que la economía había llegado a su maximo.
Esto era como decir "la operación fue un éxito pero el paciente murió".
Y así, en una sauna de calor y la humedad, el milagro de julio llegó, el "paciente muerto" volvió a la vida. El paciente muerto, resulta que está vivito y coleando, y cuando golpea, duele.

En la plaza Tahrir, al igual que aquí la gente estba convencida de que no habia otro camino que la dictadura corrupta o el fanatismo religioso.
Y aquí se nos decía que no habia nada que hacer: los gobiernos subian y bajaban mientras los magnates reian de camino a los bancos.
Sólo en el último minuto alguien se atrevio a tocar las campanas de alarma.
Estos fueron los jóvenes de Rothschild, que con la esperanza de cambio llenaron nuestros corazones.

La población árabe, muy versada en el sufrimiento y lucha, tiene una gran simpatía por lo que está pasando aquí.
Su corazón fue cautivado siempre por la lucha contra la explotación, allá donde se llevara a cabo - ya sea en Tel Aviv o en Homs, en Trípoli o en Musrata.
El Estado no solo no construyo la comunidad árabe. Hizo justamente lo opuesto, la demolió.
Visite Lod, visite el Triángulo. Visite el pueblo de Al-Araqib demolido en veintiocho ocasiones.
Los arabes luchan por el reconocimiento de pueblos no reconocidos. Una solución para la escasez de vivienda de los ciudadanos árabes de Jaffa. Luchan contra de la demolición de viviendas y la expropiación de tierras.

Es hora de que esta lucha sea la lucha de todos los explotados, Judios y árabes.
Es hora de que el calor de esta hermosa lucha derrita la alienación entre los dos pueblos. Cuando árabes y Judios se niegen a ser enemigos.
Un poeta árabe antiguo, dijo, "y tal vez usted tiene un hermano que no nació de su madre."
Y así, en la lucha por la justicia social, la igualdad, la paz y la fraternidad, todos estamos unidos.

Público maravilloso, la revolución apenas acaba de comenzar.

Cuando, por primera vez, rompemos las fronteras que nos encierran
Cuando miro a este público maravilloso,
Cuando árabes y Judios estamos juntos,
Cuando seculares y religiosos estmos juntos,
Cuando los jóvenes de los pueblos y de lasa ciudades estamos juntos,
Entonces, esta revolución tiene un solo camino:

El camino a la victoria.


pancarta citando el lema de la plaza Tahrir "Adelante!" y a continuación "Egipto esta aquí" durante el meeting del 14J.
 

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