sábado, 25 de abril de 2020

Colonos en Chile





En Chile, la disputa por la tierra entre colonos europeos y la población indígena se cobra vidas humanas. En la región de La Araucanía apenas pasa un día sin que los indígenas ataquen a los colonos.



La noche del 4 de enero de 2013, los indios mapuches invaden la granja del matrimonio suizo Luchsinger-Mackay. Se produce un tiroteo, la casa se incendia, el matrimonio muere en las llamas.



En la región chilena de La Araucanía se producen repetidos ataques: se incendian campos, se destruyen tractores y cosechadoras, se arremete contra la explotación forestal y se prende fuego a las fincas. La región del sur de Chile no da tregua y la violencia va en aumento. Esta guerra a pequeña escala se libra en gran parte sin que lo perciba la opinión pública mundial. La disputa es parte de la lucha por la emancipación de los mapuches.



En el siglo XIX, el Estado chileno atrajo a colonos europeos al Nuevo Mundo. Les financió la travesía, 40 hectáreas de tierra y les concedió préstamos para que pudieran forjarse una nueva vida. Por entonces llegaron 22.000 suizos y también alemanes, italianos e ingleses. Escapaban de la pobreza con la esperanza de una vida próspera y muchos lo consiguieron y se convirtieron en orgullosos terratenientes. Pero el Estado distribuyó generosamente tierras que en realidad no le pertenecían. La joven nación había conquistado el territorio actual el Chile a mediados del siglo XIX. En la historia oficial, ese proceso se conoce como la "pacificación", que no fue otra cosa que el sometimiento despiadado de la población indígena. El Estado chileno expropió el 90 por ciento del territorio de los seminómadas y los hacinó en reservas. Junto con la tierra perdieron su cultura y estilo de vida. Los colonos los empleaban como mano de obra barata en la casa y el campo. Hoy vuelve a estallar la injusticia histórica.

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