miércoles, 6 de abril de 2011

Merkel se suma a las sanciones contra entidades bancarias de Irán

La canciller alemana, Angela Merkel, ha intervenido para detener el envío a cuentas bancarias iraníes por medio de un banco alemán de miles de millones de euros correspondientes a compras de petróleo por parte de India, según ha informado el periódico económico 'Handelsblatt'.


El diario, que cita fuentes gubernamentales, ha señalado que Alemania no volverá autorizar al Banco Central germano, el Bundesbank, que gestione los pagos dirigidos al banco EIH, con sede en Hamburgo y sometido a sanciones de Estados Unidos aunque no de la Unión Europea.


Israel, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, quiere que Alemania proceda al cierre definitivo del banco EIH por considerar que está apoyando la proliferación de armas de destrucción masiva al gestionar pagos a empresas que participan en el polémico programa nuclear iraní.


La pasada semana, el EIH volvió a ser investigado después de que se supiera que Berlín había permitido a India el pago de miles de millones de euros por compras de petróleo a Irán a través de esta entidad bancaria, después de que el país asiático restringiera sus pagos directos a la República Islámica para calmar los ánimos de Estados Unidos.

Estados Unidos había presionado a Alemania en este tema, aunque las autoridades germanas han subrayado que tenían las manos atadas porque el banco EIH no ha incumplido ninguna de las leyes de la Unión Europea, que permite los pagos por petróleo y gas natural de Irán.


Según el diario 'Handelsblatt', la marcha atrás del Gobierno de Merkel tendrá consecuencias para las empresas alemanas, que ahora tendrán que afrontar facturas de miles de millones de dólares por productos adquiridos por Irán, algunos de las cuales podrían haber sido pagadas con los fondos por el petróleo iraní.

La decisión de paralizar el envío de pagos de India por el petróleo iraní aumentará la presión sobre Teherán, que está sometido a una serie de resoluciones de Naciones Unidas por su negativa a detener su programa de enriquecimiento de uranio, que, según las potencias occidentales, está concebido para desarrollar armas de destrucción masiva.


Irán siempre ha negado las acusaciones sobre su programa nuclear y mantiene que su objetivo es generar energía eléctrica para cubrir las necesidades de la población iraní.

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