KHALID AKESBI (COMISIÓN DE LA MEZQUITA)
«Estas iniciativas quitan la sensación de rareza hacia lo que significa esta tradición»
CARMEN GARCÍA (COMISIÓN DE CONVIVENCIA)
«Los vecinos pueden entender y disfrutar las celebraciones de otras culturas en la ciudad»
La Comisión de Convivencia de San José y Madre de Dios, formada por asociaciones y colectivos de estos dos barrios logroñeses, organizó un acto en pleno mes del ayuno musulmán con el objetivo de fomentar el conocimiento mutuo entre los distintos colectivos que conforman su vecindario. La gastronomía fue la excusa perfecta para convocar a los residentes españoles, rumanos o latinos a una cita ineludible para la comunidad musulmana: la ruptura del ayuno en un día de Ramadán.
Dátiles, fruta variada de temporada, zumos, dulces típicos árabes, sopa de verduras o huevos cocidos fueron los platos que compartieron los vecinos árabes, en ayuno desde la salida del sol, y el resto que, sin tanta hambre, probaron con interés estos sencillos manjares expuestos en la calle Tricio, en la trasera del Ayuntamiento. A las 21:28 sonó en un móvil un canto de llamada en árabe, anunciando que era el momento de romper el ayuno.
Mejora de la convivencia
según explica la presidenta de la Asociación de Vecinos de Madre de Dios, y miembro de la Comisión de Convivencia, Carmen García, esta entidad se creó «con motivo del Ramadán del año pasado, cuando surgieron algunos problemas de convivencia en la zona de la plaza Martínez Flamarique, que es zona de paso a la salida de la mezquita, por el alboroto de los niños. También surgieron roces en otros puntos del barrio y la Asociación hizo un llamamiento a otras asociaciones, a inmigrantes, a Cáritas, a Riojacoge, y educadores de calle. Se puso en común qué es lo que pasaba en nuestros barrios y qué podíamos hacer para mejorar la convivencia».
De ahí han surgido distintas actividades, las de más éxito con la comida como eje vertebrador para iniciar el conocimiento entre culturas. Como ejemplo, el interés demostrado por algunas vecinas españolas por la receta de la deliciosa sopa que habían preparado las mujeres marroquíes.
Para Khalid Akesbi, miembro de la comisión de la mezquita ubicada en la calle Villegas de Logroño, este tipo de actividades «ayuda a que la convivencia sea más llevadera y más fácil, se quita esa sensación de rareza hacia lo que significa esta tradición». Según explica Khalid, esta iniciativa llega «un poco tarde, porque llevamos en La Rioja muchos años, pero llega, y se agradece mucho». La comunidad riojana acoge a unos 15.000 musulmanes de origen subsahariano, de Pakistán y el norte de África.
La comunidad musulmana tiene intención de repetir «para dar a conocer nuestra cultura entre los vecinos de esta zona, en la que hay más aglomeración de musulmanes», anuncia Akesbi. «Problemas de convivencia si existen, admite, problemillas normales, más de chavales jóvenes en el parque, pero no importantes».
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