jueves, 16 de febrero de 2012

El petróleo de Irak ¿quién lo vende?

Autor: Prof. Juan Aníbal Edgardo González

La tercera guerra del Golfo o la Invasión de Irak por EE.UU. en el año 2.003, desde lo estratégico tuvo un solo objetivo, el manejo de las segundas reservas petroleras del mundo. Ya han pasado casi dos años y nos podemos hacer esta pregunta ¿quién se queda con las ganancias de las ventas del petróleo iraqui?, para muchos la respuesta es muy simple y fácil, los Estados Unidos de Norteamérica.


Para llegar a una conclusión más aproximada demos algunos datos sobre la situación petrolera antes de la invasión de la coalición. Después de la Primer Guerra Mundial Inglaterra y Francia conciben la partición de Medio Oriente de manera que se ajustara a sus necesidades. Con el tiempo Estados Unidos busca lugar en la región y es en Arabia Saudita donde prosperan sus negocios petroleros. Rusia y Francia comienzan sus relaciones comerciales con Irak y Estados Unidos inicia el desplazamiento de Gran Bretaña de la zona. Pasa la P.G.G (Primer Guerra del Golfo), es decir la Guerra Irak – Irán, el gran país del Norte empieza a ver en su aliado[1] un enemigo. Por lo tanto, Irak endeudado y con perspectiva de perder su posición en la zona, invade Kuwait. El socio se convierte en enemigo y pasa a ser un botín a conquistar.

Irak posee tres grandes cuencas petroleras, al sur, en la región chií Rúmiala, en el centro Bagdad Occidental, en zona sunita y al norte en Kirkuk, en territorio kurdo[2]. Su espacio esta atravesado por cuatro oleoductos, uno que va desde el Golfo Pérsico hasta la frontera con Siria y continúa por ese país, el otro naciendo en Kirkuk va en dirección a la frontera jordana y continúa hasta el Mediterráneo[3], el tercero nace en Bagdad y tiene como destino la frontera con Turquía y un cuarto que nace en Rúmiala con rumbo a la frontera con Irán[4]. Turquía representa la ruta preferida por los EE.UU. y la UE, para conectar el golfo con el Mar Mediterráneo.

Es decir, si unimos la posición geográfica, la distribución de sus cuencas petroleras y el avance de las fuerzas de la coalición nos damos cuenta de la importancia de Irak[5]. La razón estratégica de poseer Afganistán fue su territorio, para poder controlar el paso del petróleo del Norte del Caspio en distintas direcciones, en Irak existen dos razones, la primera, controlar la salida del petróleo, la segunda razón sus reservas. El 10.7 % de las reservas mundiales pertenecen a Irak, son las segundas más grandes del mundo. Arabia Saudita posee el 24,9 % de estas y si sumamos los dos países nos da un total del 35,6 % de las reservas mundiales, contra un 2,9% que tiene EE.UU… Suficientes motivos los expuestos como para comenzar una guerra por el petróleo.

Rusia, Francia y China, miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, temían por las acciones unilaterales que podría desarrollar los EE.UU... Estos países habían firmado contratos con Irak por 38.000 millones de dólares, todos en inversiones petroleras. En este mapa se pueden identificar cuales son las potencias que tienen negocios petroleros en Irak[6]. Como vemos España e Italia de igual forma son parte del juego. En el desierto del Oeste, Rusia, India e Indochina tienen firmados contratos de explotación por 100.000 millones de barriles de reserva intactos. Pero el más interesado es Estados Unidos, que con escasas reservas consume la cuarta parte de la producción mundial e importa el 55% de su consumo y para el 2.020 las importaciones llegarían al 66%[7]. Por otra parte, las estadísticas sobre las reservas petroleras en el mundo son las más espinosas de interpretar y los resultados a veces son dudosos.


Los EE.UU. no reportan las importaciones de crudo que utilizan sus fuerzas armadas. Ni siquiera en la Oficina de las Estadísticas del Censo de los EE.UU. (US Bureau of Census). La razón principal por la que no se contabilizan como importaciones es porque no cruzan su frontera para su consumo en los EE.UU., sus territorios o posesiones. En una palabra lo que se compra en el extranjero no se muestra. En el único lugar donde aparece es en el Programa de Gestión de la Energía Federal (Federal Energy Management Program o FEMP). Por lo tanto, el consumo del ejército de los EE.UU. en el extranjero no figura ni en la Agencia Internacional de Energía (AIE) ni en la demanda mundial de petróleo de este organismo.

Un ejemplo en el año fiscal `98 las transferencias a fuentes militares y a las unidades operativas totalizaron aproximadamente unos 102.000 millones de barriles, de estos el 79% se adquirieron en los EE.UU., lo que no se reporta sería el 21% del consumo total militar de combustible para aviación, de destilados medios y de petróleo residual. Con estos datos podemos hacer un calculo aproximado en el año `98 el consumo militar en el extranjero fue de unos 60.000 barriles diarios. Después de 2.000, la mención de este asunto desapareció de la misma publicación. Sin embargo, en la fuente original de los datos, el Defense Energy Supply Centerís Fact Book, esta cantidad aumentó un 45% en el año fiscal de 2.003. Sobre esta base, se habrían utilizado unos 170.000 barriles diarios para fines militares, lo que no es tan insignificante como para ser ignorado. En 2.004 ha debido ser incluso superior, habida cuenta de los combustibles utilizados en Irak por los militares estadounidenses, de los que no deben rendir cuenta a nadie.

Lo anterior es un poco el prologo de esto otro, la nueva estructura montada por los EE.UU. no da lugar alguno a la participación de las Naciones Unidas en la cuestión petróleo iraqui. Auque por otro lado, en otras fuentes la defensa del patrimonio iraqui la impulsan las Naciones Unidas. Estados Unidos de Norteamérica en primer lugar reemplazo en el período de transición al Ministro del Petróleo iraqui, y pensó para el cargo un exjefe ejecutivo de Shell Oíl. Lanzando un polémico proyecto donde cede en exclusiva al Gobierno de ocupación de Garner todos los poderes para explotar el crudo iraquí. Garner, será, en definitiva, quien decida cuánto petróleo se extrae y a qué se destinan los beneficios. (Acá, pensar que también estaba interesada en esta reconstrucción Repsol de España, obviamente por otro lado en contre que esto era desmentido totalmente).

Con respecto a las cifras que la ocupación empezó a extraer unos 175.000 b/diarios y que antes de nueve semanas se estaría alcanzando la cantidad de 800.000 b/diarios. Los cálculos más optimistas apuntan a que Irak tendrá capacidad para extraer unos seis millones de barriles diarios en cinco o seis años, si las sanciones impuestas por la ONU se levantan tal como reclama Estados Unidos. Los más pesimistas sostienen que Irak, pese a la previsible inversión en tecnología estadounidense, no podrá superar los tres millones de barriles. En estos momentos esta produciendo 2.4 millones de barriles/diarios y al mismo tiempo esta importando Benceno y Gas de Arabia Saudita y Siria, situación que le demanda 200 millones de dólares mensuales.

Si nosotros entrecruzamos las cifras y cantidades vemos, que en el año fiscal `03, se usaron unos 170.000 b/diarios, es por eso que lo fundamental después de la caída de Saddam fue poner en marcha la extracción de petróleo.

Por lo tanto, controlando Irak y por lo dicho anterior mente, los gastos militar en combustibles del año 2.004 no aparecería, negocio redondo. Tenemos que tener en cuenta que con la posesión y control de Irak se desplaza de la explotación y exploración a las empresas rusas, francesas y chinas que tenían contratos firmados en la época de Saddam. La postura de Francia en el Consejo de Seguridad, no era, el no la guerra, había otros intereses en juego de por medio y con Alemania sucedía lo mismo.

Consecuentemente, pongamos un poca de luz ahora, Halliburton, la empresa del actual vicepresidente norteamericano Dick Cheney, ya obtuvo un contrato sin licitación para arreglar los pozos iraquíes. La adjudicación a las empresas cercanas al gobierno era tan burda que Halliburton debió retirarse de otras licitaciones. Ni siquiera están en el reparto las empresas británicas. La revista inglesa The Economist se refirió a que los contratos serían exclusivamente para firmas norteamericanas y podrían aprobarse sin la anuencia del Congreso.

A todo esto, el Ejército estadounidense otorgó sin licitación a una división de Halliburton, la sociedad Kellogg, Brown & Root, el principal contrato para luchar contra incendios de pozos de petróleos iraquíes. En cuanto a la explotación de crudo, y siguiendo la hipótesis de una victoria de Estados Unidos sobre suelo iraquí –con un papel títere de la ONU–, el predominio angloamericano –si no monopolio– aparece como el horizonte más probable.

A manera de conclusión, debo decir que la Tercer Guerra del Golfo solamente tuvo un objetivo, tener el total control de las cuencas petrolera iraquíes, para ello se produjo una invasión en nombre de la Democracia del Mundo, del mundo Occidental. Los motivos que se expusieron durante los meses previos a la invasión, hoy reconocidos como una falacia, nos muestran la omnipotencia que tienen los Estado Unidos, omnipotencia, que no lo deja ver más allá de su nariz y no se da cuenta que la democracia no se puede exportar como si fuera una mercancía más del mundo capitalista. Y la “Democracia” no es más que una excusa para poder cumplir con sus objetivos estratégicos a largo plazo, preservar sus reservas no renovables estratégicas.

Paz, palabra muy corta, pero cuanto cuesta lograrla. No se conseguirá la Paz del mundo mientras no se entienda que los pueblos son soberanos y es su soberanía la que debemos enseñar a defender y no imponerles “Democracias a Medidas” a favor de los poderosos.

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