Quienes descubrieron los virus y cual es su tamaño
El químico francés Pasteur en los años sesenta de ese siglo, propuso la Teoría germinal de las enfermedades. Según la cual toda enfermedad estaría generada y también se propagaría por alguna forma de vida diminuta que al entrar en el organismo se multiplicaría haciéndole enfermar pudiendo pasar de un organismo a otro.
Por entonces Pateur estudiaba la enfermedad mortal de la rabia. Descubrió que se contraía por el mordisco de un animal rabioso llegando a ser contagiosa. Por más que busco Pasteur no encontró ningún germen, llegando a la conclusión de que estaba allí pero debía ser demasiado pequeño para los microscópios con los que trabajaba.
Sucedía lo mismo con la enfermedad del mosaico del tabaco, llamado así por crear, al ser atacada la planta, un dibujo en forma de mosaico en las hojas. Tratando de encontrar el germen se trituraron las hojas y se inspeccionó el jugo, allí no hallaron nada. Sin embargo este jugo seguía enfermando a las plantas.
En 1982 Dimitri Ivanovski, bacteriólogo ruso, decidió que el fallo estaba en el filtrado. Creo un filtro de porcelana sin vidriar, pensando que retendría cualquier organismo que pudieran ver con los microscopios de la época. Asi que tomo el jugo de las plantas del tabaco y las filtró. Luego el líquido resultante fue depositado en plantas de tabaco sanas enfermando todas. Ivanovski pensó que el filtro debía estar defectuoso, no concebía que pudiera haber modos de vida tan ínfimos en tamaño.
A lo que si se atrevió el botánico holandés, Martinus Beijerinck. Tras repetir el mismo experimento que Ivanovski en 1898. Tenían que existir partículas tan pequeñas que pudieran atravesar los filtros. este botánico llamó al líquido patógeno “virus filtrable” tomando una palabra latina que significa veneno. Posteriormente se eliminó filtrable y se aplicó a las partículas patógenas. Y así fue como se descubrieron los virus.
¿Qué tamaño tenían esas partículas? Beijerinck calculó que serían como las moléculas de agua, concluyendo que todo filtro que dejará pasar el agua permitiría el paso de los virus.
Para averiguar su tamaño real, en 1931 el bacteriólogo inglés Willian Elford empleó membranas de colodión ( una mezcla de nitrocelulosa con eter y alcohol que forma un película a modo de barniz dejando una lámina transparente parecida al celofán) con orificios microscópicos de diversos tamaños para filtrar líquidos víricos. En una de aquellas membranas, con un diámetro concreto por la que si pasaba el agua, quedaron retenidos los virus. Comprobando que el líquido filtrado no producía ninguna enfermedad.
Eran tan pequeñas, que se pensó, que tal vez fueran unas cuantas moléculas. Unas moléculas gigantes sin embargo.
Hoy se sabe que los virus varían en tamaño en un rango desde menos de 100 nanómetros en diámetro a varios cientos de nanómetros en longitud.
Fuente: Issaac Asimov
Fuente: Issaac Asimov
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