sábado, 10 de septiembre de 2011

“Hay que plantar cara al sistema”

Miguel Celades, Activista social
Agitador de conciencias
Hace diez años descubrió que “el mundo no es como nos lo cuentan”. Harto de tanto “cinismo”, decidió coger el toro por los cuernos y emprender una cruzada personal para desenmascarar muchas de las “grandes mentiras” que manipulan la realidad social, política, energética, alimentaria, sanitaria, etcétera. Cual Quijote del siglo XXI, Miguel Celades lucha contra gigantescos molinos de viento (las grandes corporaciones) que dirigen el mundo a su libre albedrío. Tachado de “conspiranoico”, Celades actúa desde las trincheras del movimiento alternativo por “responsabilidad social”. Su misión es “agitar conciencias”, conseguir que la gente “reflexione y se haga preguntas”. Si los medios de comunicación –“sujetos a intereses económicos”– no se hacen eco de la situación, él se ofrece como voluntario para denunciar las prácticas irregulares de los lobis. ¿Charlatán? ¿Iluminado? ¿Héroe? ¿Valiente? Juzguen ustedes.
ESPECIALISTAS en alimentación, nutrición y salud participan este fin de semana –12 y 13 de marzo–, en el congreso Alimentación Consciente que tendrá lugar en Barcelona, en el auditorio Axa de L’Illa Diagonal. El evento pretende dar a conocer las verdades y mentiras que se esconden detrás de los alimentos que ingerimos y las consecuencias que tienen sobre la salud. Miguel Celades es uno de los promotores del encuentro.
“En la alimentación hay una serie de productos [aspartamo, transgénicos, fluor, mercurio, etcétera] que no tendrían que estar en el mercado”, advierte Celades. Según el activista social, diversos estudios demuestran que “el fluor es un residuo radiactivo, que la leche de vaca no es buena para las personas y que la carne provoca un exceso de proteínas y aumenta el colesterol”. Sin embargo, las grandes corporaciones hacen caso omiso de estas consideraciones. ¿Por qué? “Son las que mandan y pagan estudios que están manipulados”, denuncia Celades. Desde el movimiento alternativo sí se preguntan la razón que mueve al lobi alimentario a utilizar “sustancias tóxicas” en determinados productos. “Somos libres e independientes y tenemos la obligación moral de advertir a la sociedad de estas actuaciones”, declara el activista.
EXIGIR RESPONSABILIDADES
“Tenemos que empezar a plantarnos, reclamar nuestro derecho a la libre información y exigir responsabilidades a los gobernantes, que nos digan las cosas claras”, argumenta Celades. Tampoco entiende “la prohibición que pesa sobre algunas plantas naturales, como la stevia, que previenen y curan enfermedades graves”.
Frente a semejantes “incoherencias”, el congreso Alimentación Consciente se plantea dos objetivos fundamentales: por un lado, “denunciar ciertas prácticas y divulgar información que la gente no conoce”, y por otro, “aportar soluciones”. Estas pasan por “una alimentación más natural y un consumo ético, sostenible, solidario y saludable”. “Tenemos que dejar de meternos veneno, pensar más en alimentarnos que en comer”, aconseja Celades. A su juicio, se están cometiendo “verdaderas atrocidades” que conviene erradicar. “Si no lo hacemos por ética, hagámoslo por nosotros”, afirma.
TENACIDAD Y PERSEVERANCIA
Convertido en azote de las grandes corporaciones, Celades aboga por ser valiente y “plantar cara al sistema”. ¿Cómo? Haciéndose preguntas y dando un paso al frente: “Necesitamos héroes en las agencias de protección de la salud, entre los periodistas, en el colectivo médico, que salgan y digan ‘yo me planto’”. El camino es largo. “Cambiar la conciencia de la sociedad es difícil”, reconoce Celades. Pero si algo distingue a un antisistema es el coraje, la tenacidad y la perseverancia. “A los que nos desacreditan les digo que las cosas, al final, caen por su propio peso”.
Los altermundistas son conscientes que su lucha está llena de obstáculos. “Hay muchas cosas que no sabemos, solo vemos lo que refleja la luz, nada más. Conociendo quién mueve realmente los hilos del mundo, ese gobierno  paralelo en la sombra, y admitiendo su fuerza, no soy muy optimista, pero sí creo que hay una esperanza: cuando una persona despierta es capaz de despertar a 100 más a su alrededor. La verdad nos hace libres”, sostiene Celades.
¿Vale la pena seguir luchando? “Sí. Llega un punto en que te das cuenta que el cuerpo es lo de menos, lo importante es el alma. Soy más feliz ahora, no tengo nada que perder. Luchar por un mundo mejor es posible”, proclama.
Texto: 
ALBERTO LARRIBA

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