Por Cynthia McKinney, 24 de mayo de 2011
Trípoli.
counterpunch.org
Mientras desempeñaba funciones en el Comité de  Relaciones Internacionales de 1993 a 2003, me parecía evidente que la  Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) era un anacronismo.  Fundada en 1945 al terminar la Segunda Guerra Mundial, la OTAN fue la  respuesta de Estados Unidos ante un Estado Comunista como era Rusia. La  OTAN ha sido un instrumentos de Estados Unidos para la expansión del  capitalismo y la dominación de Europa, Asia, África y las economías  emergentes. Además aseguraba la supervivencia del apartheid existente en  ese momento.
La OTAN es un pacto por la seguridad colectiva en  donde existe un compromiso de los Estados miembros para considerar un  ataque contra uno de sus miembros como un ataque contra todos. Por lo  tanto, sólo en el caso de que la Unión Soviética atacase a algún país  miembro de Europa se activaría el escudo protector de Estados Unidos. La  respuesta soviética fue el Pacto de Varsovia, que mantuvo un “cordón  sanitario” alrededor del corazón soviético, para repeler cualquier  ataque de la OTAN. Por lo tanto, el mundo quedó dividido en bloques, lo  que dio lugar a la “Guerra Fría”.
Todavía se conserva la visión del mundo en estos  términos. “Guerra Fría”, ya que surgió la amenaza de la China comunista o  un imperio soviético ya disgregado pero que se ven como Estados  enemigos de Estados Unidos, cuyos movimientos en cualquier lugar del  planeta deben ser vigilados. El colapso de la Unión Soviética ofreció la  oportunidad de acelerar la hegemonía de Estados Unidos en las  anteriores áreas de influencia rusa. África y el continente  euroasiático, donde se encuentran los Estados satélites soviéticos, y  Afganistán y Paquistán, junto con otros muchos “istán” de la región,  lugares destacados en las teorías de la “contención” o “retroceso”, que  guía la política de Estados Unidos en estos tiempos.
Como telón de fondo, el ataque de anoche de la OTAN  con cohetes contra Trípoli es inexplicable. Un área civil metropolitana  con alrededor de 2 millones de personas, sufrió un intenso bombardeo que  rompió y sacudió ventanas y cristales, moviendo los cimientos del hotel  en el que me encontraba.
Salí de mi habitación en Hotel Rexis Al Nasr y caminé  por el exterior del hotel, pudiendo oler las bombas que habían  estallado. Mientras nos encontrábamos allí, más bombas hicieron  explosión en otras partes de la ciudad. El cielo brilló en rojo con las  explosiones y gran cantidad de cohetes procedentes de aviones de la OTAN  surcaron las nubes bajas antes de estallar.
Puede sentir en mi boca el polvo provocado por las  bombas. Inmediatamente pensé en bombas con uranio empobrecido, que se  han utilizado aquí, además de bombas con fósforo blanco. Si se emplean  este tipo de bombas ¿no afectarán a la población civil?
Mujeres con niños de corta edad salieron corriendo  del hotel. Otros corrieron a lavar el polvo de sus ojos. Con las sirenas  chillando, los vehículos de emergencia se dirigieron al lugar del  ataque. Sonaron las alarmas de los coches, que se oían por debajo los  cantos de la gente como un desafío.
Se produjeron esporádicos tiroteos por todas partes,  incluso a mi alrededor. Euronews mostró en un vídeo cómo las enfermeras y  los médicos también cantaban incluso en los hospitales mientras  trataban a los heridos del último bombardeo de la OTAN. De repente, las  calles de alrededor de mi hotel se llenaron de gente cantando, tocando  las bocinas de los coches, sin poder decir cuántos serían. Ya dentro del  hotel, una mujer Libia con un bebé se me acercó y me preguntó que por  qué les estábamos haciendo eso.
Estos ataques contra supuestos objetivos militares ( y  yo dudo mucho, junto a otros, del valor militar de estos ataques) se  realizan en una ciudad donde viven cientos de miles de personas.
Me pregunté también si cualquiera de los  políticos que autorizan estos ataques habían estado alguna vez en la  situación de estar enfocados por un rayo láser guiando las bombas con  uranio empobrecido. ¿Habrán visto alguna vez el daño terrible  que estas armas producen en la ciudad y su población? Si lo hubieran  visto o hubieran estado en una ciudad en la que se realizan ataques  aéreos sintiendo la conmoción de las bombas, quizás no fueran tan  proclives a autorizar un ataque contra la población civil.
Estoy segura de que la OTAN no habría sido tan  imprudente con la vida humana si tuviera que atacar una ciudad  occidental. De hecho, estoy segura de que nunca atacarían una ciudad  occidental. La OTAN sólo ataca ( al igual que Estados Unidos y sus  aliados) a los pobres y desfavorecidos del tercer mundo.
Sólo un día antes, una mujer se me acercó con  lágrimas en los ojos: su madre se encuentra en Bengasi y no puede saber  si su madre está bien o no. La gente de oriente y de occidente vivía en  paz, se amaban, se casaban, y ahora, a causa de la “intervención  humanitaria” de la OTAN, se produce un mayor distanciamiento. Los  ataques de la OTAN en el este de Libia también huelen a la misma cepa de  “guerra fría” que trató de asesinar a Fidel Castro y derrocar la  Revolución Cubana con elementos de cosecha propia, es decir, cubanos  dispuestos a cometer actos terroristas contra su antiguo país de origen.  Recientemente, en la República Democrática del Congo, se han producido  hechos parecidos, después de que Laurent Kabila se negase a llevar a cabo la solicitud de la Administración Clinton para limpiar la parte oriental de su país.  Laurent Kabila ha relatado personalmente la reunión en la que se le  entregó la petición y donde mostró su negativa. Este plan de balcanizar y  dividir los países africanos ( como se ha hecho en Sudán) no funcionó,  porque Kabila dijo no, mientras que los congoleños se organizaron para  proteger la integridad territorial de su país.
Me he sorprendido al enterarme de que los  aliados de la OTAN (los rebeldes) en Libia habrían asesinado a sus  compatriotas de piel más oscura después de que algunos artículos de la  prensa de Estados Unidos etiquetasen a los libios negros como  mercenarios. Ahora díganme ¿Qué va a pasar con los negros de  África? Algunos artículos muestran a los estadounidenses sorprendidos al  ver gente de piel oscura en África. ¿Qué dicen acerca de ellos?
La triste realidad, sin embargo, es que son los  propios libios son los que han insultado, aterrorizado, linchado y  asesinados como consecuencia de los artículos de la prensa  sensacionalista, que demuestra una gran ignorancia. ¿ Quiénes serán los  responsables de esta sangría desatada como consecuencia de estas  mentiras?
Lo cual me lleva de nuevo a la pregunta de la mujer: ¿  por qué está sucediendo esto? Honestamente, no puedo darle una  respuesta adecuada a lo que ella me pregunta. Es la opinión pública  internacional la que debe responder a este pregunta.
Lo que sí sabemos, y está claro, es lo siguiente: lo que experimenté ayer por la noche no es “intervención humanitaria”.
Muchos sospechan que se debe al petróleo de Libia.  Llámenme escéptica, pero me pregunto si los ataques por tierra y los  bombardeos aéreos de la OTAN y Estados Unidos no cuestan miles de  millones de dólares, empleados en contra de un país relativamente  pequeño del norte de África, ¡ y todavía esperan que creamos en su  defensa de la Democracia!
Lo que he visto en las largas filas para obtener  combustible no es “intervención humanitaria”. La negativa para autorizar  la compra de medicamentos para los hospitales no es “intervención  humanitaria”. Lo más triste es que no puedo dar una explicación  convincente de por qué la gente no está indignada por los bombardeos de  la OTAN, pues está claro que se han excedido en el mandato, mintiendo  acerca de sus intenciones, siendo culpable de asesinatos  extra-judiciales, todo en nombre de la “intervención humanitaria”.  ¿Dónde está el Congreso para decir al Presidente que abusa de sus  poderes al autorizar esta guerra? ¿Dónde está “la conciencia del  Congreso?
 Para aquellos que están en desacuerdo con la advertencia de Dick Cheney para que nos preparemos para la guerra durante toda la próxima generación,  por favor, hay que apoyar a cualquiera que intente detener esta locura.  Personas de todo el mundo deben levantarse y hablar por nosotros  mismos, al igual que Irán y Venezuela también están en el punto de mira.  Libia no necesita helicópteros armados de la OTAN, ni bombas  inteligentes, ni misiles de crucero, ni de uranio empobrecido para  resolver sus diferencias. La “intervención humanitaria” de la OTAN tiene  que exponerse con claridad, sin ambigüedades.
Anochece sobre Trípoli, y dentro de poco tendremos más apoyo humanitario por parte de la OTAN a su población civil.
Cynthia McKinney es un antiguo miembro del Congreso de Georgia. Se puede contactar con ella en: hq2600@gmail.com .
Fuente del artículo:
http://www.counterpunch.org/mckinney05242011.html
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