martes, 24 de mayo de 2011

Pasé la noche en un calabozo de Granada como un delincuente, me llevé un par de golpes, pero mereció la pena.

Pasé la noche en un calabozo de Granada como un delincuente, me llevé un par de golpes, pero mereció la pena.

Santiago Alonso Varela lleva trabajando desde los 21 años y ya es funcionario de la Junta de Andalucía. Tiene su casa pagada y explica que «egoístamente» no tiene motivos para estar indignado. «Me han recortado el sueldo, pero estoy dispuesto a sacrificar algunas cosas». Sin embargo, su indignación viene del «altruismo y los valores». Se muestra crítico con las instituciones, aunque explica que no se considera un antisistema: «me considero regeneracionista».

En la madrugada del miércoles fue detenido por primera vez en su vida, durante el desalojo de la acampada en la plaza del Carmen de Granada. «Éramos conscientes de que era un acto ilegal, que no ilegítimo, pero yo pensé en quedarme como medida de protesta».

Pese a pasar la noche en comisaría y tener que enfrentarse a un juicio de faltas, Santiago admite que le mereció la pena y que seguirá secundando las manifestaciones y concentraciones. «Si alguien quiere saber de qué va esto, que se acerque a las asambleas». De esto y más cosas habló con IDEAL en la entrevista de la edición impresa y que pueden ver en vídeo.



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